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Gob. Lamont en conferencia de prensa, declara sobre la salida de Gillett de la institución PURA. Foto: CTN, Youtube. |
Marissa Gillett, presidenta de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos de Connecticut (PURA), anunció su renuncia efectiva a partir del 10 de octubre de 2025, poniendo fin a un periodo marcado por la constante confrontación con la industria eléctrica y una campaña legal en su contra.
Gillett, quien dirige la entidad desde 2019, destacó en su carta de renuncia que la escalada continua de disputas, demandas y controversias absorbió recursos y atención necesaria para cumplir la misión principal del organismo, mantener tarifas justas, mejorar los servicios y planificar un sistema eléctrico confiable y resiliente. Señaló que el ambiente también les afectó emocionalmente a ella, familia y su equipo.
"No tomé esta decisión a la ligera, pero hay un límite razonable a lo que una persona puede soportar o pedirle a su familia, mientras hace todo lo posible por servir a nuestro estado", dijo Gillett.
Durante su gestión, PURA llevó a cabo rigurosas revisiones que resultaron en reducciones tarifarias para tres de las cinco utilities reguladas, y limitó los aumentos en las restantes a montos justificados. También impulsó la creación de una Oficina de Educación, Alcance y Cumplimiento, modelo nacional de participación pública.
Sin embargo, la relación entre PURA y las compañías de energía permaneció tensa, con múltiples demandas legales impulsadas por estas. En los últimos meses, se desataron críticas por parte de legisladores republicanos, incluyendo acusaciones de falta de transparencia y solicitudes para investigar a Gillett por su gestión.
La renuncia de Gillett ha generado reacciones críticas desde el Partido Republicano de Connecticut, que atribuye a la gestión del gobernador Ned Lamont la crisis actual en PURA, señalando su retraso en nombrar comisionados para completar la junta y su enfoque en políticas que podrían aumentar las tarifas eléctricas.
"En abril, el bloque republicano del Senado tomó una medida sin precedentes: boicoteamos la votación para la reelección de la presidenta Gillett. Esa decisión hoy parece cada vez más acertada. Abandonamos la Cámara del Senado en señal de protesta contundente contra un acuerdo a puerta cerrada entre un senador estatal demócrata y el gobernador, que dio lugar a esa votación. Los republicanos del Senado siempre estaremos del lado de los contribuyentes y de la transparencia, por encima de los burócratas y los arreglos ocultos."
Los republicanos han pedido una reforma profunda de la agencia para restaurar la transparencia y centrarse en la reducción de las facturas eléctricas para los consumidores.
En una conferencia de prensa, el gobernador Ned Lamont valoró la trayectoria de Gillett, destacando su experiencia y compromiso con la justicia regulatoria y el avance de políticas para proveer energía más limpia y accesible. En su mensaje, Lamont aseguró que está trabajando para llenar las vacantes en PURA con candidatos con experiencia en finanzas y regulación para restablecer la estabilidad de la comisión.
La salida de Gillett deja a PURA con solo dos comisionados activos, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad operativa del organismo mientras se busca nombrar nuevos miembros.
Este episodio refleja el desafío de regular la industria eléctrica en un contexto de altas tarifas, demandas legales y presión política que impactan la gobernanza y protección al consumidor en Connecticut.
Gillett, quien dirige la entidad desde 2019, destacó en su carta de renuncia que la escalada continua de disputas, demandas y controversias absorbió recursos y atención necesaria para cumplir la misión principal del organismo, mantener tarifas justas, mejorar los servicios y planificar un sistema eléctrico confiable y resiliente. Señaló que el ambiente también les afectó emocionalmente a ella, familia y su equipo.
"No tomé esta decisión a la ligera, pero hay un límite razonable a lo que una persona puede soportar o pedirle a su familia, mientras hace todo lo posible por servir a nuestro estado", dijo Gillett.
Durante su gestión, PURA llevó a cabo rigurosas revisiones que resultaron en reducciones tarifarias para tres de las cinco utilities reguladas, y limitó los aumentos en las restantes a montos justificados. También impulsó la creación de una Oficina de Educación, Alcance y Cumplimiento, modelo nacional de participación pública.
Sin embargo, la relación entre PURA y las compañías de energía permaneció tensa, con múltiples demandas legales impulsadas por estas. En los últimos meses, se desataron críticas por parte de legisladores republicanos, incluyendo acusaciones de falta de transparencia y solicitudes para investigar a Gillett por su gestión.
La renuncia de Gillett ha generado reacciones críticas desde el Partido Republicano de Connecticut, que atribuye a la gestión del gobernador Ned Lamont la crisis actual en PURA, señalando su retraso en nombrar comisionados para completar la junta y su enfoque en políticas que podrían aumentar las tarifas eléctricas.
"En abril, el bloque republicano del Senado tomó una medida sin precedentes: boicoteamos la votación para la reelección de la presidenta Gillett. Esa decisión hoy parece cada vez más acertada. Abandonamos la Cámara del Senado en señal de protesta contundente contra un acuerdo a puerta cerrada entre un senador estatal demócrata y el gobernador, que dio lugar a esa votación. Los republicanos del Senado siempre estaremos del lado de los contribuyentes y de la transparencia, por encima de los burócratas y los arreglos ocultos."
Los republicanos han pedido una reforma profunda de la agencia para restaurar la transparencia y centrarse en la reducción de las facturas eléctricas para los consumidores.
En una conferencia de prensa, el gobernador Ned Lamont valoró la trayectoria de Gillett, destacando su experiencia y compromiso con la justicia regulatoria y el avance de políticas para proveer energía más limpia y accesible. En su mensaje, Lamont aseguró que está trabajando para llenar las vacantes en PURA con candidatos con experiencia en finanzas y regulación para restablecer la estabilidad de la comisión.
La salida de Gillett deja a PURA con solo dos comisionados activos, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad operativa del organismo mientras se busca nombrar nuevos miembros.
Este episodio refleja el desafío de regular la industria eléctrica en un contexto de altas tarifas, demandas legales y presión política que impactan la gobernanza y protección al consumidor en Connecticut.
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