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| Persona identificada en el atentado a la Iglesia de la Asunción como Robin Westman. Foto: Facebook |
Las autoridades de Minnesota identificaron al atacante como Robin Westman, de 23 años, sin antecedentes penales conocidos. Según los oficiales, Westman ingresó a la Iglesia de la Anunciación con un rifle, una escopeta y una pistola, todas adquiridas legalmente. Tras asesinar a dos niños de 8 y 10 años, herir a 14 menores de entre 6 y 15 años, y a dos adultos, se quitó la vida en la parte trasera del templo.
¿Quién es Robin Westman?
Fuentes de las fuerzas del orden dijeron que Westman creció en Richfield, y que la madre de Westman era empleada de la Escuela Anunciación. La madre se jubiló de la escuela en 2021.
Según registros judiciales, la madre de Robin Westman solicitó cambiar legalmente el nombre de su hijo en 2019, de Robert Paul Westman a Robin M. Westman en el condado de Dakota, porque se identificaba como mujer.
Documentos públicos muestran que el padre de Westman, James Westman, es propietario de una casa en el sur de Minneapolis, a menos de una milla de la iglesia Anunciación.
Según los investigadores encontraron un manifiesto de Westman el cuál, había programado para publicarse en YouTube durante la masacre, este tenia escritos perturbadores.
En el video, que ya fue eliminado de YouTube por las autoridades, se observaban cartuchos de munición utilizados en el tiroteo, con inscripciones que incluían diatribas aleatorias, entre ellas mensajes ofensivos sobre Israel, Donald Trump y los niños de la escuela. Las autoridades confirmaron que las armas y los cargadores utilizados por Westman también estaban marcados con mensajes inflamatorios.
En su última carta, Westman dijo que llevaba varios años lidiando con pensamientos suicidas y con confusiones sobre su cuerpo. En la última parte de su carta dijo lo siguiente:
"Ya no me interesa nada material. Solo me importa mi pasión y mi futuro, y eso me parece bien. Si hubiera empezado a disfrutar más de la gente, me habría ido mucho antes. Solo quiero sobrevivir en este mundo, escapar de las mentiras constantes, de los egoístas enfermos, de la gente tóxica y de la injusticia en Estados Unidos. Estoy harto de todo esto. No me mostraré más. Seré egoísta y te dejaré recoger los pedazos. Es mi culpa. Échame la culpa, pero por favor, sigue adelante," dijo Westman.
El manifiesto muestra que Westman describía una obsesión con tiroteos masivos que databa desde el séptimo grado, e incluía una referencia a la masacre de Sandy Hook en 2012 y una reverencia por el tirador Adam Lanza.
CRÍTICAS AL GOBERNADOR DE MINNESOTA
El gobernador Walz, dirigiéndose a los medios en una conferencia de prensa horas después del incidente, urgió compasión por Westman y su familia.
“No conocemos toda su situación, y deberíamos ofrecerle a él y a su familia una oración, porque las personas atraviesan muchas cosas”, dijo Walz. Enfatizó que Westman “obviamente estaba lidiando con una enfermedad mental” y agregó que “la salud mental es un problema real en nuestra sociedad que debemos abordar con empatía en lugar de con juicio.”
Estas declaraciones provocaron indignación entre los familiares de las víctimas y comentaristas conservadores, quienes acusaron al gobernador de priorizar la situación del tirador sobre las vidas inocentes perdidas en la escuela.
AUTORIDADES DE CONNECTICUT REACCIONARON AL TIROTEO
El gobernador Ned Lamont, en conformidad con una proclama del presidente Donald Trump para que las banderas en todo Estados Unidos fueran izadas a media asta como señal de respeto solemne por las víctimas, declaró, “Los informes desde Minneapolis sobre un tiroteo masivo durante una misa de regreso a clases en la Iglesia Católica de la Anunciación son devastadores. Las escuelas y las iglesias deberían ser lugares de aprendizaje, sanación y solidaridad. Estamos de luto con todos los afectados por este acto de violencia repugnante.”
La vicegobernadora Susan Bysiewicz dijo,“Se me rompe el corazón por las víctimas, sus familias, la comunidad y nuestra nación, ya que los padres temerán enviar a sus hijos a la escuela, donde deberían estar más seguros. Esto tiene que parar. Ya es tiempo de una acción federal integral y significativa. Si no tomamos una postura, la violencia armada seguirá afectando a nuestra nación, matando a nuestros niños.”
El congresista John Larson aseguró, “Han pasado más de doce años desde que 26 vidas inocentes fueron arrebatadas en Sandy Hook, y todos nosotros en Connecticut conocemos muy bien el dolor que estos tiroteos causan en nuestras comunidades. Niños atacados durante la misa matutina. Pensar que nos hemos vuelto insensibles a estas tragedias es una acusación contra nuestra sociedad, y nuestros niños están pagando el precio. Ya basta.”
También mencionó al senador republicano Mike Johnson exigiendo acción, “Speaker Johnson, convoque al Congreso para aprobar una prohibición de armas de asalto y verificaciones universales de antecedentes ahora. No descansaré hasta que logremos que este trabajo se haga.”
Ben Proto, presidente del Partido Republicano de Connecticut, afirmó, “Parece que los demócratas de Connecticut no leen sus propias declaraciones, ni las del gobernador Lamont, la vicegobernadora Bysiewicz, el fiscal general Tong, ni otros líderes demócratas que han expresado su apoyo a las llamadas protestas pacíficas, protestas que han incluido saqueos, ataques a las fuerzas del orden y actos de incendio, que están ocurriendo en Los Ángeles. Estas protestas ahora violentas tienen que ver con la detención por parte del DHS de personas que están aquí ilegalmente, que son criminales violentos, y que han causado daño a estadounidenses.”
La alcaldesa Republicana de New Britain, Erin Stewart, expresó en redes sociales, “Querido Dios. Mi corazón se rompe por la comunidad de Minneapolis. Esta es una tragedia indescriptible. Como madre, es el peor temor. Estoy de duelo con las familias y la comunidad afectada por esta violencia sin sentido.”
El senador estatal Stephen Harding publicó, en nombre del Caucus Republicano del Senado de Connecticut, “Desgarrador. Horrible. Puro mal. Nos unimos al resto del país para condenar esta violencia sin sentido y repugnante.”
La arquidiócesis de Hartford también emitió una declaración. El arzobispo Christopher J. Coyne afirmó, “Eventos horribles como este nos conmueven profundamente y, como católicos, ofenden todo lo que consideramos sagrado, especialmente cuando la pérdida es de niños que rezaban en la paz y serenidad de una iglesia. Aunque la comunidad de la Iglesia de la Anunciación pueda sentirse hoy muy lejos de la consolación, sabemos por las escrituras que el Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido. Pido a todos los católicos de la Arquidiócesis de Hartford que oren por las víctimas, sus familias y la comunidad de la Anunciación, como yo lo haré.”
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