Hartford, CT.- Como dicen los devotos en el himno que realza la fe "Señor de los Milagros, a ti venimos en procesión", la comunidad de Hartford salió como una marea a acompañar al Rey de reyes el domingo 16 de octubre a las faldas de la iglesia Lady of Sorrows.
Una prominente comunidad peruana de aproximadamente 2 mil personas se congregaron para dar gracias al Cristo moreno, por los favores concedidos.
Unos eran fieles, otros eran miembros de la hermandad del Señor de los Milagros de Hartford, la Hermandad de San Martín de Porres, y la Hermandad de la Virgen del Rosario, todos miembros de fe peruanos que luego de 2 años de pandemia, nuevamente vistieron de morado las calles de la ciudad capital cantado y orando por la paz.
El ambiente tenía una buena energía, y se sentía por el aroma del incienso, el cual elevaba la alabanza de los devotos, y las flores multicolores que adornaban la estanda del Señor.
“Estoy aquí trabajando y apoyando a la comunidad, y doy gracias a los peruanos por orar por la paz”, dijo un policía de Hartford que resguardaba la tranquilidad de la procesión.
El Señor es de todos, y congregó ante su presencia a una multiculturalidad, como lo hizo con los africanos e indígenas en Perú en siglo 17. La historia se repite en suelos Yankees por medio de la tradición peruana, que unió no solo a los peruanos, pero otras nacionalidades que se acercaban a inclinarse ante aquel que toda rodilla se dobla, y se persignaban para que por medio de un milagro, el Cristo de Pachacamilla pintado por un esclavo africano les conceda su pedido.
“Esta es nuestra tradición cultural y de fe” dijo el cónsul peruano Elvis Tuesta, que estuvo presente en la misa y el cual también se unió a cargar al Cristo moreno por una cuadra de las calles de Hartford.
La fe, era el alma del evento, pero con este las tradiciones peruanas también traen la alegría mediante la música y la comida. Unas de las más representativas de estas fiestas peruanas son los anticuchos, los picarones, la mazamorra morada, y por si fuera poco la marinera que rinde homenaje al Cristo moreno.
Grandes y chicos, familias enteras, veían y oraban. Otros curiosos miraban desde las ventanas de sus edificios pasar al Cristo de Pachacamilla. No había duda, aunque algunos transeúntes no tuvieran fe, el Señor de los Milagros imponía su presencia, y atraía con admiración las miradas que recordaban la esencia de la Hispanidad, en particular las tradiciones peruanas.
La procesión culminó luego de su recorrido de regreso a la iglesia Lady of Sorrows, con estallidos de aplausos y alabanzas, música y agradecimiento por al Señor por bendecir las vidas y los hogares.
BOCETO MEDIA está preparando una historia especial de este evento, el cual saldrá publicada a fines de octubre.









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